Por: Jonathan Alejandro Reyes Hernández
La obra de Zygmunt Bauman nos introduce al concepto de liquidez, análisis en el que remarca la inestabilidad causada por el ritmo de la “modernidad”, tanto en las sociedades como en la manera misma de vivir. Este ensayo recupera los conceptos de libertad e individualismo como las bases del estrés e incongruencias de las generaciones modernas, términos empleados por el autor polaco.
El comportamiento de la vida moderna es motivo de múltiples críticas e interpretaciones basadas en análisis concretos, pero que no alcanzan a conformar una teoría entendida en el sentido estricto de la palabra; Zygmunt Bauman es ejemplo de ello, pues a lo largo de toda su obra, resalta su concepto de liquidez como el común denominador de su lectura acerca de la inestabilidad de la sociedad (como grupo de personas) y de la forma de vivir de las personas de manera particular. Resaltando incluso, cómo el estrés de la “vida moderna” –en la etapa de globalización– afecta nuestras relaciones interpersonales y nuestros vínculos afectivos.
Para ello establece dos posturas fundamentales dentro de su análisis: la libertad y el individuo.
La libertad no es positiva
La modernidad, como bien menciona Bauman –autor a quien observamos en este ensayo– está caracterizada no solo por la falta de una realidad certera que motive su comportamiento sino por una búsqueda constante de certeza fabricada, es decir, encontrarles sentido a aquellas instancias de incertidumbre a través de respuestas inconstantes y/o variables.
La premisa de la “liquidez” dentro del título Modernidad líquida se plantea a través de cuestionar a la libertad como mero desprendimiento de toda atadura, y de considerar las implicaciones que tendría vivir libres de cualquier estructura normativa: “Las normas posibilitan al imposibilitar; la anomia augura una imposibilidad lisa y llana” (Bauman, 1999: 26). Guiado por las ideas de Denis Diderot y Anthony Giddens, Bauman separa al concepto libertad de su connotación positiva; y al desvincularles, incentiva la idea de que no existe contradicción entre dependencia y liberación (p. 25), puesto que depender de una serie de normas libera a los miembros de una sociedad de escenarios caóticos e insostenibles con los que lidiar.
Si bien, las palabras marchan con el peso y legado del acontecer histórico, es preciso para este análisis desvincular a la palabra de su carga (tanto positiva como negativa). Así como la palabra libertad lleva sujeta una carga positiva, la considerada contraparte, restricción o imposición es vista históricamente como el más primitivo de los pensamientos. Sin embargo, al explicar ambas palabras sin la intención calificativa encontramos que, vivir en un espacio que garantice una delimitación normativa, y si se prefiere, restrictiva, es garantía de liberación al ofrecer un terreno donde se puede actuar de manera “libre” sin la preocupación de que dicha acción genere confrontamientos hostiles con otros miembros de la sociedad.
Al leer que, “la libertad no puede obtenerse en contra de la sociedad” (Bauman, 1999: 25) identificamos que es precisamente aquello que intenta explicar el popular adagio, tu libertad termina donde comienza la de la otra persona. Pero, ¿qué sucede cuando incluso las garantías individuales ofrecidas por el Estado se ven rebasadas y la “certeza” de libertad se disuelve?
Individuos libres
La realidad actual, caracterizada por complejos escenarios geopolíticos, sociales, económicos y culturales es en un sentido materialista histórico, (en gran medida) las condiciones del pensamiento/razonamiento contemporáneo. O como bien explicaba Stalin en su interpretación de la filosofía marxista, a través del concepto de conciencia:
[la conciencia como elemento secundario a la materia] es la imagen refleja de la materia, la imagen refleja del ser; de que el pensamiento es un producto de la materia que ha llegado a un alto grado de perfección en su desarrollo, y más concretamente, un producto del cerebro, y éste el órgano del pensamiento, y de que, por tanto, no cabe, a menos de caer en un craso error, separar el pensamiento de la materia. (Stalin, 1938: 855).
Citado lo anterior, a través de las ideas de Bauman, se puede interpretar que el nivel de estrés al que se está expuesto en la vida moderna tras escenarios y condiciones que dificultan la vida digna, sea el motivo por el cual una persona se sujete a olas (de pensamiento) que ofrezcan cierto grado de certeza “fabricada”. Pero, ¿de dónde surge la incertidumbre? Recuperando el informe global de salarios (Global Wage Report 2024-25) de la Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés), sugiero observar el caso de Estados Unidos como uno de los países con mayores ingresos per cápita frente a su porcentaje de trabajadores con salarios bajos dentro del país (9.3%). Siendo el segundo país dentro de la categoría high-income countries (países de ingresos altos) con mayor número de trabajadores con salarios bajos.
Aún (y particularmente) en el autonombrado “país de la libertad” es reconocible un nivel de desigualdad alto, según el Coeficiente Gini; este ubica a Estados Unidos en el 2022 con un 41.3%, equivalente a una desigualdad alta dentro de los países de la OCDE. Lo que significa nada menos que una contradicción estructural, fuente de la siguiente parte del análisis de Bauman: anclemos a la idea anterior la siguiente preocupación del autor, la individualidad.
La modernidad líquida es también el avanzado desgaste de una organización que se pretendía comunitaria, para ser ahora una manifestación hedonista que pone como prioridad la maximización de su propio beneficio; “…ya no serán las fuerzas que determinan y definan las identidades sino tan solo artefactos efímeros del continuo juego de la individualidad” (Bauman, 1999: 28). El desarraigo de individuos es la consecuencia directa de una sociedad que fundamenta su identidad alrededor de la estructura económica.
Bauman recupera en Vida líquida (2005), la explicación de la individualidad como una “aporía connatural”, es decir, una resolución inalcanzable:
Necesita que la sociedad actúe tanto de cuna como de destino suyos. Quienquiera que busque su propia individualidad olvidando, desestimando o minimizando esa pura y sombría verdad, está condenándose a sufrir una gran frustración. La individualidad es una tarea que la propia sociedad de individuos fija para sus miembros, pero en forma de tarea individual, que, por consecuencia, ha de ser llevada a cabo individualmente (por individuos en uso de sus recursos individuales). Se trata, sin embargo, de una tarea contradictoria y contraproducente: en el fondo, imposible de realizar. (Bauman, 2005: 22).
Esa imposibilidad de alcanzar un grado de individualidad es, por ende, la base de las incongruencias de la modernidad; de que cada persona pretenda resolver su desgastante realidad mediante promesas irreales ofrecidas por productos (Bauman sugiere el slogan de Pepsi como un ejemplo). Comenzando así una insaciable sed de consumo.
Reflexión final
La crítica que representa la liquidez es un interesante análisis de la modernidad dado que encuentra en la idea de la individualidad la razón del estrés de las generaciones modernas, para quienes sus logros son meritorios y sus desaciertos una insoportable ansiedad que se resuelve con identificaciones efímeras, que terminan por abastecerse mediante el consumo de productos que ofrezcan la mínima tranquilidad posible a los requerimientos que tiene el individuo en busca de identidad. Por ello, no adquieres un producto más que por la necesidad de encontrarte con una ficción que tenga utilidad en el mundo real.
Si bien la obra de Bauman es mucho más extensa que solo dos conceptos, sí podemos a través de esta breve introducción al análisis de la liquidez, dimensionar el porqué detrás de las incongruencias con que hoy se señala a las generaciones modernas. Y por supuesto llegar a incentivar este análisis con la recomendación de lectura de las obras de Bauman.
Referencias
Banco Mundial. Índice Gini. Recuperado de: https://datos.bancomundial.org/indicador/SI.POV.GINI?locations=OE-US
Bauman, Z. (1999). La modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica.
Bauman, Z. (2005). Vida líquida. Planeta.
International Labour Organization (ILO). Share of low-paid wage workers in selected countries, by country income group, latest available year (around 2021). Global Wage Report 2024-25. Recuperado de: https://www.ilo.org/sites/default/files/2025-02/GWR-2024_Layout_E_RGB_Web.pdf
Stalin, J. (1938). Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico (pp. 849-890). Ed. los Comuneros.